Hoy sentada en el Jardín mirando viejos cuadernos me doy cuenta que
"Dando vueltas esperando sin saber Pasa el tiempo como un rayo de tv" y es así que esta semana se cumplieron tres años de aquella noche de sábado cuando con la ahora conocida Stella surgió la idea de empezar un blog. Más que tres años parece una eternidad de cosas. El tiempo hoy ya no es un rayo de tv como en la canción de Man Ray sino que
es un click de Internet. El tiempo pasa y en él, uno a uno se van sucediendo los días, a una velocidad casi vertiginosa. De hecho la velocidad ha hecho que haya tiempos en los cuales el jardín no se pueda regar. Pero no por eso nos hemos de dar por vencidos. Lo nuestro hoy es una rebeldía contra la velocidad; una rebeldía contra la
forma mentis contemporánea que no sabe esperar, que no se fija es los pequeños detalles que hacen a la vida.
Hoy en día todo tiene que volar y ya no construimos catedrales. Estas llevan tiempo, detalle, arte, contemplación y paciencia. Hoy en día nos conformamos con velocidad, poco detalle, tecnología, impaciencia y
lo que venga. Sin embargo, como faro de luz en medio de esta tremenda oscuridad estamos llamados a iluminar este tiempo, no dejemos que el cruel
Xrónos nos devore convirtiéndonos es sus hijos, ¡NO!, Transformemos, en lo posible, cada uno de nuestros momentos en
Kairós; así seremos señores del tiempo y no sus esclavos. Pero he aquí la dificultad para nosotros hombres posmodernos: La única forma de lograr esto es con nuestros pies la tierra tornar la mirada de nuestro corazón hacia cielo; Aliis Verbis,
Que cada momento de nuestro día sea un momento de oración así ya éste no estará enraizado en el tiempo sino en la Eternidad y así tendrá otra duración, la duración de las Catedrales.