martes, 31 de mayo de 2011

El viento sopla donde quiere


El camino empieza a la salida de casa ¿a dónde lleva? ¡¿Quién supiera?! pero el camino empieza y los pies uno a uno hacia Él progresan... El final se vé tan claro como la cúpula de una Basílica a lo lejos. Pero el medio... ¡Ay el medio! ¡Tantas formas de llegar a la bendita Roma!
Se despliega la vela y en la última mirada al puerto se pide a Santa María de los Buenos Aires que ruegue a su Divino Esposo que nos dirija. El viento sopla y con la proa mirando al Este se deja la casa. El pequeño marinero pregunta al viejo Capitán: ¿Hacia dónde nos lleva el viento Señor?
El viejo Capitán con pausada voz y mirada penetrante como el sol, le responde: "El viento sopla donde quiere y oyes su voz, pero no sabes de donde viene ni a donde va" Y a dónde nos lleve este barco ha de andar.

sábado, 14 de mayo de 2011

Tempus Fugit


Hoy sentada en el Jardín mirando viejos cuadernos me doy cuenta que "Dando vueltas esperando sin saber Pasa el tiempo como un rayo de tv" y es así que esta semana se cumplieron tres años de aquella noche de sábado cuando con la ahora conocida Stella surgió la idea de empezar un blog. Más que tres años parece una eternidad de cosas. El tiempo hoy ya no es un rayo de tv como en la canción de Man Ray sino que es un click de Internet. El tiempo pasa y en él, uno a uno se van sucediendo los días, a una velocidad casi vertiginosa. De hecho la velocidad ha hecho que haya tiempos en los cuales el jardín no se pueda regar. Pero no por eso nos hemos de dar por vencidos. Lo nuestro hoy es una rebeldía contra la velocidad; una rebeldía contra la forma mentis contemporánea que no sabe esperar, que no se fija es los pequeños detalles que hacen a la vida. Hoy en día todo tiene que volar y ya no construimos catedrales. Estas llevan tiempo, detalle, arte, contemplación y paciencia. Hoy en día nos conformamos con velocidad, poco detalle, tecnología, impaciencia y lo que venga. Sin embargo, como faro de luz en medio de esta tremenda oscuridad estamos llamados a iluminar este tiempo, no dejemos que el cruel Xrónos nos devore convirtiéndonos es sus hijos, ¡NO!, Transformemos, en lo posible, cada uno de nuestros momentos en Kairós; así seremos señores del tiempo y no sus esclavos. Pero he aquí la dificultad para nosotros hombres posmodernos: La única forma de lograr esto es con nuestros pies la tierra tornar la mirada de nuestro corazón hacia cielo; Aliis Verbis, Que cada momento de nuestro día sea un momento de oración así ya éste no estará enraizado en el tiempo sino en la Eternidad y así tendrá otra duración, la duración de las Catedrales.