martes, 30 de marzo de 2010

Olivos armenios


¡Ábrenos, Señor! ¡Ábrenos, Señor! ¡Ábrenos, Señor, la puerta de tu misericordia, te pedimos suplicando! – clama el sacerdote, seguido de los fieles, mientras golpea las puertas cerradas de la Iglesia. Y una voz de adentro responde, cual Ángel que con flamígera espada custodia la entrada al Paraíso:

¿Quiénes son éstos para que abra? Ya que esta es la puerta del Señor y los justos entran por ella.

No sólo entran los justos – se atreve a replicar el pastor en defensa de sus ovejas – sino los pecadores justificados con confesión y penitencia entran por ella. – Y pensando en el Níveo Cordero cubierto de un divino rojo, añade sin temor: – Somos el precio de la Sangre incorruptible del Hijo de Dios. – Ante estas terribles y esperanzadoras palabras, el Ángel sólo puede bajar la espada y abre las puertas diciendo:

La voz de Dios Creador clama diciendo: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino de los Cielos preparado para vosotros desde el principio del mundo.

NB: Nuestra querida Mary está en las lejanas Tierras en armonía y me encargó cuidar el Jardín durante la Semana Mayor. Sepan disculpar a la ostiaria que no es buena para los imprevistos. Los textos están tomados de la bellísima ceremonia del Domingo de Ramos del Rito Armenio.

martes, 16 de marzo de 2010

El misterio de la elección


Hoy sentada, mirando hacia el frente de la casa preguntándome cómo haría para ordenar mi pobre Jardín, me crucé con Persefone, caminando radiante por allí... algo me hizo notar que aquella Persfone, caminaba a la luz del verano, feliz pero todavía sin conocer el misterio que pesaba sobre ella...

Muchacha y feliz doncella que corría libre por los páramos del Jardín sin saber que el Rey había puesto los ojos en ella...

De pronto un Hombre se le acerca:

- ¿A dónde corres? ¿Qué admiran tus ojos? feliz doncella- Él le preguntó maravillado por su fresca hermosura a la pequeña.

- ¡Oh mi Señor! ¡Es el mundo! ¡Es la vida!, ¡son tus maravillas! lo que admiran mis ojos y hacia donde corren veloces mis piernas- respondió ella enseguida, mientras se perdía en su mirada profunda como los abismos y eterna como el mismo cielo.

- Pues, si hacia allí te diriges mi hermosa princesa, ven conmigo a mi Reino que en el conocerás y serás reina de aquellas- dijo Él tendiendo su mano a ella.

- Sí, mi Señor iré- dijo la niña asombrada, aún sin saber lo que le espera, niña maravillada, que no puede creer que en su Misterioso designio, el Rey se fije en ella.

Pero ¡ay, mi niña! ¿No sabes que en la Elección también la muerte te espera? ¿Acaso no sabes, que para el amor Divino, primero tienes que morir para vivir de nuevo su camino? ¡Oh inocente doncella! ¿No sabes a dónde corren tus blancos pies ligeros de virgen despreocupada? ¿No sabes que el dios ama y devora a quien es victima de su encuentro?

Entonces ella antes de bajar a su Reino, ante mi mirada asombrada llena de miedo por aquella elección llena de misterio, se dio vuelta y me contestó diciendo:

- ¡Oh amiga! ¿no entiendes que estoy enamorada? ¿no entiendes que a mi que sólo me conformaría con que Él me mirara, se ha dignado a hablarme y no solo eso sino que quiere desposarme? Sí, sé que moriré, pero ¿acaso mi Rey no lo vale? ¡Oh maravilloso misterio de la elección del que no soy digna, siendo una niña malcriada! Crees que no sé que atrás quedan las épocas en las que con Él sólo jugaba. Pero ¿acaso no es siempre el amor un poco así? ¿Perder lo perdido para recobrar lo recobrado? Sí, conozco lo que cuesta seguir al Rey, pero él se ha fijado en mí... eso ya es algo, que a mi pobre niña me hace salir de mi...

Y así me dejó mirando desde mi Jardín y con la cabeza en ella pensando sobre su misterioso destino que se estaba a punto de concebir...