lunes, 23 de noviembre de 2009

Surprise By Joy


En una imagen se puede resumir lo que es ser sorprendido por la alegría de encontrar al Rey de Reyes, de encontrar el anhelo del corazón, donde empiezan y terminan todas las preguntas y todos los ¿Por qué? . Beato el que se encuentra en la Búsqueda pero más Beato el que lo ha llegado a conocer y su corazón desea volverlo a ver.
"Los demás siguieron hasta donde los condujeron los Perros y encontraron a un joven calormene sentado bajo un castaño junto a un arroyo de agua clara. Era Emeth.
Se levantó de inmediato e hizo una reverencia con gran seriedad.
-Señor -dijo, dirigiéndose a Pedro-. No sé si eres mi amigo o mi enemigo, pero tendré a honor tomaros por ambos. ¿No ha dicho uno de los poetas que un amigo noble es el mejor regalo y que un enemigo noble es el segundo mejor regalo?-Señor -dijo Pedro-, no sabía que hubiera una guerra entre tú y yo.
-Dinos quién eres y lo que te ha acontecido -le pidió
Jill.
-Si va a relatar una historia, tomemos un trago y sentémonos -ladraron los Perros-. Estamos sin aliento.
-Claro que ustedes lo están y lo seguirán estando si continúan corriendo como locos de esa manera -dijo Eustaquio.
Entonces los humanos se sentaron en el pasto. Y cuando todos los Perros hubieron bebido con ruidosa algazara en el arroyo, también se sentaron, muy callados, resollando, con las lenguas colgando un poco a un lado, para escuchar la historia. Pero Alhaja se quedó de pie, puliendo su cuerno contra su hombro derecho.
-Han de saber, oh belicosos Reyes -dijo Emeth-, y ustedes, oh Damas, cuya belleza ilumina el universo, que yo soy Emeth, el séptimo hijo de Harpa Tarkaan de la ciudad de Tehishbaan, hacia el oeste atravesando el desierto. Vine recientemente a Narnia con nueve y veinte otros más bajo las órdenes de Rishda Tarkaan. Bueno, cuando oí por primera vez que marcharíamos sobre Narnia, me regocijé: porque había oído muchas cosas de tu país y deseaba anhelosamente enfrentarme con ustedes en la batalla. Pero cuando descubrí que iríamos disfrazados de mercaderes (que es un atuendo vergonzoso para un guerrero y para el hijo de un Tarkaan) y a actuar por medio de mentiras y engaños, entonces mi alegría me abandonó. Y más que nada cuando supe que deberíamos servir a un Monicaco; y cuando comenzó a decirse que Tash y Aslan eran uno, entonces el mundo se oscureció ante mis ojos. Porque desde que era niño siempre serví a Tash y mi gran deseo era saber más de él y, si fuera posible, mirar su rostro. Pero el nombre de Aslan era odioso para mí.
”Y, como han visto, nos convocaban afuera del cobertizo del techo de paja, noche tras noche, y encendían la fogata, y el Mono sacaba del cobertizo algo de cuatro patas que yo no podía ver bien. Y la gente y las Bestias hacían profundas reverencias y le rendían homenaje. Pero yo pensaba: el Tarkaan está siendo engañado por el Mono; porque esa cosa que sale del Establo no es ni Tash ni ningún otro dios. Pero cuando observé la cara del Tarkaan y me fijé en las palabras que le decía al Monicaco, entonces cambié de opinión. Porque vi que el Tarkaan no creía en eso. Y después comprendí que no creía tampoco en Tash. Pues si hubiese creído ¿cómo iba a osar burlarse de él?
”Cuando entendí esto, una gran ira se apoderó de mí y me asombré de que el verdadero Tash no derribara de un golpe tanto al Mono como al Tarkaan con fuego del cielo. No obstante, oculté mi ira y contuve mi lengua y esperé a ver como terminaba. Pero anoche, como saben algunos de ustedes, el Monicaco no sacó a la cosa amarilla, sino que dijo que los que quisieran mirar a Tashlan -pues mezclaron las dos palabras para fingir que eran uno- debían pasar uno por uno dentro del cobertizo. Y yo me dije: sin duda esta es otra decepción. Pero cuando el Gato entró y salió loco de terror, entonces me dije: seguramente el verdadero Tash, a quien invocaron sin saber ni creer en él, ha venido entre nosotros y se tomará su propia venganza. Y aunque mi corazón se había vuelto agua dentro de mí debido a la grandeza y al terror de Tash, aun así mi deseo fue más fuerte que mi miedo, y * Tal cual en el texto. Nota del digitalizador forcé a mis rodillas para obligarlas a no temblar, y a mis dientes para que no castañetearan, y resolví mirar la cara de Tash, aunque él pudiera matarme. De modo que me ofrecí para entrar en el cobertizo; y el Tarkaan, aunque contra su voluntad, me lo permitió.
”En cuanto crucé la puerta, la primera sorpresa fue que me encontré a mí mismo ante la radiante luz del sol (como estamos ahora) a pesar de que el interior del cobertizo parecía oscuro desde afuera. Pero no tuve tiempo para maravillarme por eso, pues inmediatamente fui obligado a batirme a muerte con uno de nuestros propios hombres. Apenas lo vi, comprendí que el Monicaco y el Tarkaan lo habían colocado allí para que matara a quien entrase si no era alguien que estuviera en el secreto; de modo que ese hombre también era un mentiroso y no un verdadero servidor de Tash. Luché con él con mi mejor voluntad; y habiendo dado muerte al villano, lo arrojé detrás de mí por la puerta.
”Después miré a mi alrededor y vi el cielo y la extensa campiña y olí la dulzura. Y me dije: por los dioses, este es un lugar agradable: debe ser que he llegado al país de Tash. Y comencé a recorrer este extraño país buscándolo.
”De manera que continué caminando sobre mucho pasto y muchas flores y entre toda clase de bellos y deliciosos árboles hasta que he aquí que en un sitio estrecho, en medio de dos rocas, me salió al encuentro un enorme León. Tenía la rapidez del avestruz y el tamaño de un elefante; su pelo era como el oro puro y el brillo de sus ojos como oro líquido calentado al horno. Era más terrible que la Montaña Llameante de Lagour, y su hermosura aventajaba todo lo que hay de hermoso en este mundo, más aún de lo que la rosa en floración aventaja al polvo del desierto. Entonces caí a sus pies y pensé: seguramente ésta es la hora de la muerte, pues el León (que merece todo honor) sabrá que he servido a Tash todos mis días y no a él. No obstante, es mejor ver al León y morir que ser el Tisroc del mundo y vivir y no haberlo visto a él. Mas el Glorioso Ser inclinó su cabeza dorada y tocó mi frente con su lengua y dijo: ‘Hijo, eres bienvenido’. Y yo dije: ‘Ay de mí, Señor, yo no soy hijo Tuyo, sino servidor de Tash’. El respondió: ‘Hijo, el servicio que has prestado a Tash lo cuento como servicio prestado a mí’. Entonces debido a mi gran anhelo de sabiduría y entendimiento, superé mi miedo e interrogué al Glorioso Ser y dije: ‘Señor, ¿es verdad entonces, como dice el Mono, que tú y Tash sois uno?’ El León gruñó haciendo temblar la tierra (pero su ira no era contra mí) y dijo: ‘Es falso. No es porque él y yo seamos uno, sino porque somos lo opuesto, que tomo como mío el servicio que has dado a él, porque él y yo somos de tan diferente especie que ningún servicio vil puede prestárseme a mí, y nada que no sea vil puede ser hecho por él. Por lo tanto, si algún hombre jura por Tash y cumple su juramento por respeto al juramento, es por mí que ha jurado en realidad, aunque no lo sepa, y soy yo quien lo recompensa. Y si un hombre comete un acto de crueldad en mi nombre, entonces aunque pronuncie el nombre de Aslan es a Tash a quien está sirviendo y es Tash quien acepta su acción.
¿Comprendéis, Hijo?’ Yo dije: ‘Señor, tú sabes cuánto entiendo’. Pero también dije (porque la sinceridad me lo imponía): ‘Si, he buscado a Tash todos mis días’.
"Amado", dijo el Glorioso Ser, ‘si tu anhelo no hubiera sido por mí no habrías buscado tanto tiempo ni con tanta fidelidad. Pues todos encuentran lo que buscan de verdad’
”Luego sopló sobre mí y me quitó el temblor de mis piernas y brazos e hizo que pudiera ponerme de pie. Y después de eso no dijo más, sólo que nos volveríamos a encontrar y que yo debo seguir más hacia arriba y más hacia adentro. En seguida se convirtió en una tormenta y en una ráfaga de oro y desapareció repentinamente.
”Y desde entonces, ¡oh, Reyes y Damas!, he vagado para encontrarlo y mi felicidad es tan grande que hasta me duele como una herida. Y esta es la maravilla de las maravillas, que él me haya dicho Amado, a mí que no soy más que un perro..."

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Katarsis

Hace dos semanas que no escribo saben ¿por qué? Soy rehen de la pedagogía pero ya se termina y como no puedo hacer katarsis en clase porque la letra con sangre no entra la hago en el Jardín.
Estimados disfruten de una buena risa sobre algo que sucede y que la docencia cada día se queda más con las manos atadas.


martes, 3 de noviembre de 2009

Voz del que clama en el desierto!


Caminando por el Jardín, llegando a los páramos de una Cátedra olvidada me encontré con un maestro que a un auditorio invisible predicaba. Enseguida, atrapada por gestos y ademanes me senté a la puerta sin atreverme a pasar.
-Anda entra pequeña es importante que escuches esto por la tarea que vas a comenzar.
- Yo, señor no voy a más que enseñar, no es ninguna tarea muy noble, sino que te dicen que hoy día es para volverse loca de atar; y ahora mismo estoy probando el polvo del piso por mucho que me esfuerce.
-Lo tuyo pequeña no es más que un querer aprobar que nada ha que ver con lo que ahora te voy a enseñar. Esto es para que sepas y estés preparada, escucha bien mis palabras : PROFESORA NO ESTÁ EN TÍ COSECHAR. tu misión está en sembrar, en hablar hacia el desierto sin tener jamás la certeza de que vas a tener éxito. De vez en cuando el Maestro para quien trabajas te dejará saber qué semilla dió fruto, pero no pienses que ésta merced es dada a todos siempre. Si esperas siempre poder contemplar ésta merced, tu existencia será desdichada, ya que no siempre se ven los frutos y no siempre se sabe dónde cae la semilla. Por ello hoy en día la vocación de Profesor es la vocación de Bautista está llamado a ser la voz que clama en el desierto, preparando los caminos del Señor, más no recorriéndolos por el ni cosechando lo que es de Él cosechar...