viernes, 24 de diciembre de 2010

Adestes Fideles


Hoy es Nochebuena en el Jardín, y una hermana que raramente nos visita, nos dice en un susurro emocionado:
"Precisamente cuando al anochecer se enciende el árbol de Navidad y comienza el intercambio de regalos, un ansia todavía insatisfecha nos impulsa hacia afuera, hacia el resplandor de otra luz, hasta que las campanas tocan a la Misa y el misterio de la Nochebuena se renueva sobre los altares cubiertos de flores y de luces: "¡Y el verbo se hizo carne!" (Jn 1, 14) Esa es la hora de la plenitud"

martes, 7 de diciembre de 2010

Agnus Dei qui tollis pecata mundi


Hoy en la capilla del Jardín mientras contemplaba al sacerdote elevar la hostia, recordé dos cosas:
Tollo en latín no sólo significa llevar, sino que además significa, quitar... recordemos el famoso Modus Tollendo Tollens de la lógica, negando, quitando, niego.Esto me llevó a recordar el siguiente fragmento de Simone, querida y vieja amiga: "La convención de la Eucaristía o cualquier otra análoga es indispensable al hombre; la presencia de la pureza perfecta le es indispensable. Pues el hombre no puede dirigir la plenitud de su atención sino a una cosa sensible. Y a veces tiene necesidad de dirigir su atención a la pureza perfecta. Solo este acto puede permitirle, por una operación de transferencia, destruir la parte del el mal que hay en él. Por eso la hostia es realmente el Cordero de Dios que quita los pecados. (...)
Sólo la pureza perfecta no puede ser manchada. Si en el momento que el alma está invadida por el mal la atención se dirige hacia una cosa perfectamente pura le transfiere una parte del mal sin alterarla. Tampoco le devuelve mal. Así cada minuto de atención semejante destruye realmente una parte del mal" Es así que comprendí que sólo en la mirada hacia él es que nuestra alma puede ser sanada, en atención perseverante y paciente hacia el medico de las almas, que lleva sobre sí y quita el mal que aqueja nuestra alma, por ello Él dice: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera»
Sólo aquél que ha creado nuestra alma es Aquél que cargando sobre sí nuestra falla puede remediarla dándose a sí.

lunes, 29 de noviembre de 2010

De Divinis Nominibus


San Dionisio, creo, al escribir el tratado acerca de los nombres divinos en su seriedad dejó uno de lado que a nosotros nos haría bien conocer, para así poder reírnos con Él. Este nombre dejado de lado por el Santo filosofo, fue el de Bromista. Sí, Dios es el eterno y alegre bromista que con sus bromas pone en nuestra vida azúcar pimienta y sal. ¿No me creen? pues piensen en estos pequeños ejemplos: "La piedra que desecharon los constructores es ahora piedra Angular" "Dios no elige a los sabios sino a lo que el mundo tiene por necio"... Pero saliendo de las frases serias a ¿Quién no le pasó, como a mi, hacer algo que de chico hubiera jurado no hacer? De chica la materia que más odiaba era lengua, odiaba la parte sobre todo de gramática y verbos, y hete aquí diez años más tarde estoy enseñando latín que básicamente es casi como enseñar lengua...
Saber que Dios es bromista, nos ayuda a comprender esas situaciones que a veces nos descolocan, poniendo así una sonrisa en nuestros labios en vez de una amarga seriedad. Por ejemplo: Si hay una persona con la que ni por las tapas nos llevamos, muy probable que ella termine o trabajando con vos o siendo tu compañera de ruta, si en este caso te ries con Dios habrás ganado un amigo o amiga.
Por que, quién sabe, es probable que las cosas más locas y simples nos sucedan en la vida y si aceptamos que nuestro Señor es bromista habitaremos alegremente en su casa un sin fin de Días. Pues en el fondo la alegría de los Santos es que han comprendido que Dios en su alegre broma hace que nos riamos de nuestras debilidades, pues "todo lo puedo en aquél que me conforta"

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El desierto


Las musas han callado y han dejado al Jardín en Sequía hasta nuevo aviso... Dios quiera que no dure mucho más.
A las oraciones de mis lectores me encomiendo...

sábado, 18 de septiembre de 2010

Mater Ecclesia




¡Cuanta Ignorancia hay sobre las obras de mi Madre Iglesia,
que no se conocen sus obras, sino las de los hijos de ella!
¡Y ay de los hijos que no son dignos de una madre como aquella!

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El codo del camino


Se siente huir el invierno, y mientras los alegres Zephiros animan el Jardín, a la vuelta del camino ésta escena se presentó ante mí:
"Anne fue la tarde siguiente al pequeño cementerio de Avonlea, a poner flores frescas en la tumba de Matthew y regar la rosa de Escocia. Se quedó allí hasta el anochecer, gozando de la paz y tranquilidad del lugar; el murmullo de los álamos era cual una suave y gentil conversación con la hierba que crecía libremente entre las tumbas. Cuando partió por fin y bajó la larga colina que moría en el Lago de las Aguas Refulgentes, ya hacía tiempo que había caído el sol y toda Avonlea estaba ante ella, iluminada por la mortecina luz, «el fantasma de una antigua paz». En el aire había una frescura como si el viento hubiera soplado sobre los dulces campos de tréboles. Las luces de las casas parpadeaban aquí y allá entre los árboles. A lo lejos estaba el mar, brumoso y púrpura, con su murmullo incesante y embrujador. El occidente era una gloria de suaves tonos y la laguna los reflejaba en todas sus gamas. La belleza hizo estremecer el corazón de Anne y, agradecida, le abrió las puertas de su alma.
—Mi mundo querido —murmuró—, eres muy hermoso y me alegra vivir en ti.
A mitad del camino en la colina, un muchacho alto salió silbando de la puerta de la casa de los Blythe. Era Gilbert, y el silbido murió en sus labios cuando reconoció a Anne. Se quitó cortésmente la gorra, pero hubiera cruzado en silencio si Anne no se hubiera detenido, alargándole la mano.
—Gilbert —dijo, con las mejillas rojas—, quiero agradecerle que me cediera el colegio. Ha sido un gran detalle de su parte y quiero que sepa cuánto lo agradezco.
Gilbert tomó ansiosamente la mano que le ofrecían.
—No fue nada particularmente bueno de mi parte, Anne. Me gustó prestar algún pequeño servicio. ¿Vamos a ser amigos después de esto? ¿,Me has perdonado de verdad mi vieja culpa?
Anne rió y trató sin éxito de retirar su mano.
—Ya te perdoné aquel día en el embarcadero. Fui una estúpida cabezota. Desde entonces, debo confesarte, lo he sentido terriblemente.
—Seremos los mejores amigos —dijo Gilbert jubilosamente—. Hemos nacido para serlo, Anne. Has burlado al destino mucho tiempo. Sé que nos podemos ayudar uno a otro de muchas maneras. Tú vas a continuar estudiando, ¿no es así? Yo también. Vamos, te acompañaré a casa.
Marilla miró curiosamente a Anne cuando ésta entró en la cocina.
—¿Quién venía contigo por el sendero, Anne?
—Gilbert Blythe —respondió Ana, avergonzada de encontrarse sonrojada—. Lo encontré en la
colína de los Barry.
—No creí que tú y Gilbert fuerais tan buenos amigos como para estar charlando media hora en la puerta —dijo Marilla con
una seca sonrisa.
—No lo éramos; fuimos buenos enemigos. Pero hemos decidido que será más sensato ser
buenos amigos en el futuro. ¿Estuvimos de verdad media hora? Parecieron unos pocos minutos. Es que tenemos cinco años de silencio que vencer.
Anne se sentó junto a su ventana acompañada de un alegre sentimiento. El viento soplaba suavemente entre las cerezas y llegaba el olor de la menta. Las estrellas titilaban sobre los pinos del valle y la luz de Diana brillaba en la distancia.
El horizonte de Anne se había cerrado desde la noche en que se sentó allí a su regreso de la Academia; pero si la senda ante sus pies había de ser estrecha, sabía que las flores de la tranquila felicidad la bordearían. La alegría del trabajo sincero, de la aspiración digna y de la amistad sería suya; nada podía apartarla de su derecho a la fantasía o del mundo ideal de sus sueños. ¡Y siempre estaba el codo del camino!
—«Gloria a Dios en las Alturas, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad» —murmuró suavemente Anne"

sábado, 28 de agosto de 2010

For free!



Caminando por el Jardín, amanecen los primeros brotes de la primavera, en medio de ellos me encuentro con la siguiente escena:
-¿Es seguro?
-Sí
-¿Cuál es el juego? ¿Tiene que haber algún truco?
-No
-Pero...¿Cómo puede ser que sea así?
-Ven y Mira
-No sé, nunca hay nada gratis... ¿cuál es tu fin?
-Sí, aquí todo es gratis (for free), todo es gracia, ven y mira lo que tu vista alcanza.
-Pero ¿cómo? Algo más quieres de mí...
-Simplemente que seas tu... - Dijo el León dejando el Jardín mientras desaparecía en un rico aroma de Incienso y en un amanecer dorado...

Él lo dijo... Sólo quiero que seas Tú

miércoles, 18 de agosto de 2010

La Bella y la Bestia




Hoy es día nublado en el Jardín, el sol se ha escondido detras de las nubes negandose a mostrar su cara a nosotros, los terrestres habitantes, que mirando al cielo lo buscamos. Pero ¿podemos enojarnos con el sol por escondernos su calor? ¿por tomar un día de descanso en su nubosa habitación? No, si lo hicieramos no lo amaríamos realmente, despues de todo, no es un sol domesticado. Pero ¿qué se quiere decir con todo esto? ¿cuál es la naturaleza del amor, que no devora sino que deja libre?
Si nos ponemos a pensar en el cuento, la Bestia empieza a amar realmente a Bella cuando no ya con la maldición en su cabeza sino con el bienestar y la felicidad de ella en su corazón la deja marcharse a ver a su padre. Sí, se queda triste, pero el precio de su tristeza es poco, pues Bella al ver cortadas sus cadenas, al poder tomar el vuelo y levantar su mirada, puede ver a la Bestia en perspectiva y darse cuenta de que lo ama.
El verdadero amor, no forja cadenas sino que teje lazos, lazos que invisibles y sutiles, sostienen las alas del alma para enseñarle a volar. Es sólo cuando el amor se ve como frojador de cadenas que se torna en la maldición que aqueja a la Bestia, maldición que se corta al comprender que el verdadero amor requiere de la respuesta libre, única capaz de romper la maldición transformando la cadena en lazo. Pues sólo el amor lazo, producto de la libertad tiene las características que describe San Pablo: "Caritas patiens est, benigna est caritas, non aemulatur, non agit superbe, non inflatur, non est ambitiosa, non quaerit, quae sua sunt, non irritatur, non cogitat malum, non gaudet super iniquitatem, congaudet autem veritati; omnia suffert, omnia credit, omnia sperat, omnia sustinet. Caritas numquam excidit." Sólo de este modo la Bella podía amar a la Bestia, libremente, sólo así rompería las cadenas del hechizo que lo mantenian como Bestia:"If he could learn to love another, and earn her love in return..." ya que la unica manera en que se aprende amar, es cuando uno busca el bien de quien se ama por encima de su propia necesidad y sólo se gana el amor del otro, si primero se le da libertad para amar.

viernes, 13 de agosto de 2010

La conciencia del pecado liga a Dios


Hoy ya dormida queriendo escribir lo que no puedo y escribiendo lo que puedo encontré este hermoso texto; que dejo el encargo a mi hostiaria, de cuando pueda dar la cita:

"Entonces, todos abandonaron a Cristo, su mismo apostol lo renegó, sólo el ladrón en la Cruz, permanece fiel hasta el final, hasta el último momento. Pero lo unía a ese momento la conciencia de su pecado y su situación de muerte.
Sólo le corresponde a Dios decir aquellas palabras en la Cruz, como le dijo Cristo al ladron. Todos absolutamente todos también Dios en el Cielo, lo abandonaron, todo da testimonio en contra de Él. Pero sin inmutarse ante esto, con la absoluta certeza de estar dando una hora, Él le dice al Ladrón: "En verdad, en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso""

miércoles, 4 de agosto de 2010

En la Luz del Invierno el despertar de la Primavera...


Vino hoy al Jardín el espíritu de los tiempos, el alma devoradora de Cronos y habló en estos términos:
-Hace frío en la porteña ciudad, desde el Jardín se puede contemplar a lo lejos, esa cortina de nube negra, mezcla de tormenta, mezcla de smog que es Buenos Aires. Es una ciudad interesante, llena de magia y de misterio, pero más que nada, de gente normal. Gente que entra y sale de sus casas y de sus trabajos y vive el día a día como cualquiera. Gente inmersa en la Rutina que como hormigas salen a buscar aun en invierno, su comida por la misma ruta, una y otra vez tal o cual señora se toma el colectivo que atravezando tal o cual piquete se dirije a su trabajo, y a la vuelta por la vereda de enfrente atravesando el mismo piquete la señora vuelve a su casa. Porque convengamos en la Porteña ciudad hasta las protestas tienen su rutina.
Mientras miro todo esto una y otra vez, como el mecanismo de un inmenso reloj sin alma, me pregunto, donde està lo extraordinario, donde están aquellos brotes de primavera que tan avidamente veìa en el invierno; no, no los veo... Miro otra vez al señor con su traje tomar el colectivo, y me pregunto ¿cuándo el hilo de la rutina se romperà? cuando se darà el lugar a la Eucatastrofe, a la aventura, a la magia... pero sòlo la rutina me responde.
Desde el fondo una voz alocada, que se asemeja a la salida del sol respondió:
-Lo más asombroso de los milagros está en que suceden. A veces se juntan las nubes del cielo para formar el extraño contorno de un ojo huma­no que nos mira fijo; a veces, en el fondo de un paisaje que se contempla mientras se parte en un dudoso viaje, un árbol asume la elaborada figura de un signo de interrogación. Yo mismo he visto estas cosas hace pocos días. Nelson muere en el instante de la victoria, y un hombre llamado Williams da la casualidad de que asesina un día a otro llamado Williamson; ¡una especie de infanticidio! En suma, la vida posee cierto elemento de coinci­dencia fantástica, que la gente, acostumbrada a contar sólo con lo prosaico, nunca percibe. Como lo expresa muy bien la paradoja de Poe, la pru­dencia debiera contar siempre con lo imprevisto...." "si no esperas no hallaras lo inesperado..."
Hace frío pero ha salido el Sol en la porteña ciudad...

jueves, 15 de julio de 2010

El Tocadiscos de la Omma


Hoy en la gran sala suena otra vez el tocadisco, en frente en el mágico Tapiz, se dibujan las imágenes de una de las mejores películas que haya jamás visto con mi querida Omma.
Mientras la melodía suena en el Piano, y habiendo hecho Ilsa su pedido a Sam, digo en voz alta:

-¡ay! Omma ya no se puede más cantar esta canción, ya que han pasado los años y las cosas sí han cambiado, ya no más podemos decir "Woman needs man and the man must have his made that no one can deny" Por que lo han negado, ya no más...
- Mine Kleina Bär aus Berlin, no es así- Me respondió una voz alegre a mi espalda.
Dandome vuelta, allí estaba mi querida Omma sonriendo como quien ya ha conocido la Esperanza-La canción, te responde "The fundamental things aply as time goes by" y "No mater what the future brings as time goes by"- dijo cantando de nuevo la canción de quien habia sido su cantante favorito.
- Pero Omma lo han negado- dije ya desolada.
- Mine shëne, si estubiera allá sabes como me escucharía el rabbino- dijo con su tono fuerte de enojo, y sus ojos brillando en casi una sonrrisa que me aseguraba, como antes que ella sola podía cambiar todas las cosas malas que podían suceder- El tema es que pueden negarlo pero eso no lo hace menos real, pueden decir lo que quieran, pero no pueden cambiar el único y simple hecho que así como Dios la realidad es.- dijo sonriendo, y así con esa sonrisa y con aires de esperansa partió de nuevo hacia Jerusalem.

Frente al Fuego: Antígona Hoy


Mirando el Fuego hoy en el último día del otoño, en espera del invierno, me pregunto: Si Sofocles escribiera Antigona hoy ¿Qué cambiaría?
Una imagen aparece en mi mente Antigona escapándose, no ya a enterrar a su difunto hermano; que ya estaría enterrado, pues Creonte no hubiera querido que se violaran los derechos humanos y hubiera enterrado al traidor muy humanitariamente. No, nuestra Antigona, no camina en el silencio nocturno, para enterrar el amor filial de su hermano, sino para consumar su amor con Hemón. En la noche los espera el sacerdote frente al altar de Athena la diosa de la sabiduria, para unirlos en matrimonio. Pero al llegar son descubiertos por Creonte quien en su locura y soberbia queriendo poner la ley humana por encima de la ley Divina ha decretado que Hemon contraiga nupcias con Eteocles.
La tragedia es la misma, Antigona muere sin descendencia, esta vez por el hecho de querer tenerla, la paradoja se vuelve a encarnar.
Ahora el que ve (Creonte) viendo no ve, y se destruye a él y a los suyos por no escuchar, a quien no viendo ve, Tiresias. Quien le advierte que no sé puede ir en contra de la naturaleza que han hecho los dioses. El resultado la muerte de su hijo por no poder estar con su amada.
El drama se repite, la misma forma distinta materia: la ciudad del hombre se vuelve a enfrentar a la ciudad de Dios.

lunes, 5 de julio de 2010

¡A la casa de duendes!

En medio de finales, y pruebas, problemas, leyes y trabalenguas, el Salon de Misselthewaite en este invierno, se vuelve el lugar más acogedor del Jardín. En el los amigos nos sentamos a charlar, tomar algo y lo más importante a reir.
La risa de esos momentos frente al fuego en la gran sala es la que nos hace pasar por los momentos de soledad, la que nos ayuda a atravesar este valle de lagrimas con una sonrisa, pues nos hace recordar que allí donde llovió paró.
Es cierto entonces lo que el gran Ciceron decía: "la amistad ha sido dada por la naturaleza como ayudante de las virtudes,(...), para que, puesto que la virtud en solitario no podría llegar a aquellas cosas que son las más grandes, llegara unida y asociada con la otra" (...) " Así pues, es verdadero aquello que, acostumbrado a decir, según creo, por Arquitas de Tarento, oí a nuestros ancianos recordarlo como oído de otros ancianos: "si alguien hubiese subido al cielo y hubiese contemplado la naturaleza del mundo y la hermosura de los astros, aquella admiración sería para él desagradable; esta habría sido para él agradabilísima, si hubiera tenido a alguien al que contarlo." Así la naturaleza nada ama al solitario y siempre se apoya como en algún adminículo; éste es, incluso, dulcísimo en alguien muy amigo."
Es así que caminando por el Jardín me encontré con algo digno de compartir, porque a veces, el singular es hermoso para contemplar, pero el plural hace que lo contemplado sea difusivo de sí:

lunes, 7 de junio de 2010

Flores sueltas en el Jardín: Alegrías del Hogar

Hoy Domingo, sentada contemplando el pequeño Jardín, me dí cuenta que necesitaba un poco de cuidado.
Mientras empezaba a agarrar la tijera, y a ponerme los guantes para empezar a trabajar, me acordé del libro que Ruth me había regalado acerca del tema en una importante ocasión. En ese mismo instante ante mis ojos el Jardín empezó a arreglarse, y en medio del invierno Naciente, vislumbré una pequeña alegría del hogar color rosa tímido. Mientras la miraba, fui recordando otras tantas cosas, pero una de esas me llevó al rezo con mi querido hermano, hace mucho que no rezamos juntos la liturgia de las horas, creo que cada vez que agarro el breviario, tengo el recuerdo de mis primeras oraciones, su voz profunda empezando, "Dios mío ven en mi auxilio" "Señor date prisa en socorrernos" respondía una niña que apenas entendía el significado de esas palabras y no sabía siquiera lo que estaba haciendo mas que estar al lado de su hermano mayor. Pero en el recuerdo también vino a mi memoria la música que él me solía mostrar, y una de ellas fue esta:




Amazing Grace, how sweet the sound,
That saved a wretch like me.
I once was lost but now am found,
Was blind, but now I see.
T'was Grace that taught my heart to fear.
And Grace, my fears relieved.
How precious did that Grace appear
The hour I first believed.
Through many dangers, toils and snares
I have already come;
'Tis Grace that brought me safe thus far
and Grace will lead me home.
The Lord has promised good to me.
His word my hope secures.
He will my shield and portion be,
As long as life endures.
Yea, when this flesh and heart shall fail,
And mortal life shall cease,
I shall possess within the veil,
A life of joy and peace.

When we've been here ten thousand years
Bright shining as the sun.
We've no less days to sing God's praise
Than when we've first begun.

Esperando que la gracia nos ayude a todos se despide Mary la que sigue contemplando alegrías del Hogar.

domingo, 23 de mayo de 2010

Veni Sancte Spiritus

Para oficiar la misa en el Jardin vino un Cardenal de la amada Misa y esto fue lo que nos dejó:




Lead, kindly Light, amid th'encircling gloom,
lead thou me on!
The night is dark, and I am far from home;
lead thou me on!
Keep thou my feet; I do not ask to see
the distant scene; one step enough for me.

I was not ever thus, nor prayed that thou
shouldst lead me on;
I loved to choose and see my path; but now
lead thou me on!
I loved the garish day, and, spite of fears,
pride ruled my will: remember not past years!

So long thy power hath blessed me, sure it still
will lead me on.
O'er moor and fen, o'er crag and torrent, till
the night is gone,
And with the morn those angel faces smile,
which I have loved long since, and lost awhile!

¡Guíame apacible Luz en medio de la noche circundante!
¡Guíame para seguir adelante!
La noche es oscura y estoy lejos del hogar
¡Guíame para seguir adelante!
Guarda mis pies, no pretendo ver
el camino que me espera a lo lejos,
Un paso a la vez es suficiente para mí.

Nunca antes te supliqué, nunca antes recé así,
para que tu me guiaras a mi para ir adelante
Me encanta ver y elegir mi camino; pero ahora te ruego
¡Dirijelo hacia adelante!
Amé los días brillantes, y a pesar de los miedos,
mi orgullo rigió mi voluntad: ¡No recuerdes los años pasados!

Desde hace tiempo tu poder me ha bendecido,
estoy seguro que todavía me seguirá guiando
Por el páramo y ciénaga
Por el risco y por los rápidos
Hasta que la noche haya pasado
Hasta que al alba las caras de aquellos ángeles
que perdí y amé tiempo atrás me sonrían.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Se va la segunda


Hoy sentada frente al fuego, recordaba que para esta fecha, ya hacen dos años de aquella noche que dio origen al Jardín que ustedes conocen y quieren.

En verdad en estos dos años pasaron muchas cosas, el Jardín fue un reflejo indirecto de todos los cambios, personas y reflexiones que han pasado por mi vida en tan corto tiempo. Quien de ustedes no recuerda los mordaces comentarios de Nemo Nomine... o las eternas discusiones con Crux Australis, con el cual nunca llegamos a estar de acuerdo con el tema de los mitos y de Jack. Sin contar con la perdida de un unicornio que nos llevó a la alegría de encontrarnos con el nacimiento de una estrella. En estos años he contado con la calida presencia del amigo Natalio, que ayudó con la caza de los duendes, y los caminos a la Armonía que salieron de allí. Con la participación incansable, y a veces silenciosa de mi querida Ruth, quien dio el pie para el Jardín y fue el contrapunto para muchas entradas, y que desde la distancia aún sigue apoyando a esta no ya tan pequeña escritora. Cuento con la presencia silenciosa de Athena, y con la no tan silenciosa pero sí tímida, en este espacio, de la pequeña Dasy. Hubo una intervención del Athos que no recuerdo, y hace poco nos empezó a surgir la curiosidad insaciable de un acolito que siempre quiere saber mis fuentes de inspiración... No me quiero olvidar de nadie así que agradezco a mis queridos 19 seguidores a cada uno en particular. Sin contar de todos los lectores silenciosos de este pequeño espacio.

Los invito como memorial de estos dos años a comentar y a traer de nuevo a colación los post que mas les hayan gustado, a modo de reunión de festejo en el salón de Misselthwaite.

Me despido agradeciendo, todos y cada uno de los momentos pasados y encomendandome a sus oraciones

Mary

martes, 27 de abril de 2010

Frente al Fuego I: hoy meditaciones varias


Quizás, porque me quedó haciendo eco una discusión Utópica del Domingo; o porque en el fondo, el temor al gusano de la pereza es tan grande, que representa el miedo a dejarse estar y perder la vida en una jaula voluntaria hecha con la propia acedia; quizás es sólo la meditación acerca de decisiones difíciles (no es que tenga que tomarlas); o solamente porque me gusta este pasaje. Esta noche fresca de otoño me encontré a mi misma recordándolo mientras sentada miraba moverse el fuego en la Chimenea del Salón de Misselthwaite:

"Pero cuando Aragorn llegaba al pabellón que compartiría esa noche con Lególas y Gimli, donde sus compañeros ya habían entrado, la Dama lo siguió y lo llamó. Aragorn se volvió y la vio, una luz en la noche, pues iba vestida de blanco; pero tenía fuego en la mirada.
— ¡Aragorn! —le dijo— ¿por qué queréis tomar ese camino funesto?
—Porque he de hacerlo —fue la respuesta—. Sólo así veo alguna esperanza de cumplir mi cometido en la guerra contra Sauron. No elijo los caminos del peligro, Eowyn. Si escuchara la llamada de mi corazón, estaría a esta hora en el lejano Norte, paseando por el hermoso valle de Rivendel.
Ella permaneció en silencio un momento, como si pesara el significado de aquellas palabras. Luego, de improviso, puso una mano en el brazo de Aragorn.
—Sois un señor austero e inflexible —dijo—; así es como los hombres conquistan la gloria. — Hizo una pausa.— Señor —prosiguió—, si tenéis que partir, dejad que os siga. Estoy cansada de esconderme en las colinas, y deseo afrontar el peligro y la batalla.
—Vuestro deber está aquí entre los vuestros —respondió Aragorn.
—Demasiado he oído hablar de deber —exclamó ella—. Pero ¿no soy por ventura de la Casa de Eorl, una virgen guerrera y no una nodriza seca? Ya bastante he esperado con las rodillas flojas. Si ahora no me tiemblan, parece, ¿no puedo vivir mi vida como yo lo deseo?
—Pocos pueden hacerlo con honra —respondió Aragorn—. Pero en cuanto a vos, señora: ¿no habéis aceptado la tarea de gobernar al pueblo hasta el regreso del Señor? Si no os hubieran elegido, habrían nombrado a algún mariscal o capitán, y no podría abandonar el cargo, estuviese o no cansado de él.
— ¿Siempre seré yo la elegida? —replicó ella amargamente—. ¿Siempre tendré yo que quedarme en casa cuando los caballeros parten, dedicada a pequeños menesteres mientras ellos conquistan la gloria, para que al regresar encuentren lecho y alimento?
— Quizá no esté lejano el día en que nadie regrese —dijo Aragorn—. Entonces ese valor sin gloria será muy necesario, pues ya nadie recordará las hazañas de los últimos defensores. Las hazañas no son menos valerosas porque nadie las alabe.
Y ella respondió:
—Todas vuestras palabras significan una sola cosa: Eres una mujer, y tu misión está en el hogar. Sin embargo, cuando los hombres hayan muerto con honor en la batalla, se te permitirá quemar la casa e inmolarte con ella, puesto que ya no la necesitarán. Pero soy de la Casa de Eorl, no una mujer de servicio. Sé montar a caballo y esgrimir una espada y no temo el sufrimiento ni la muerte.
— ¿A qué teméis, señora? —le preguntó Aragorn.
—A una jaula. A vivir encerrada detrás de los barrotes, hasta que la costumbre y la vejez acepten el cautiverio, y la posibilidad y aun el deseo de llevar a cabo grandes hazañas se hayan perdido para siempre.
—Y a mí me aconsejabais no aventurarme por el camino que he elegido, porque es peligroso.
—Es el consejo que una persona puede darle a otra —dijo ella—. No os pido, sin embargo, que huyáis del peligro, sino que vayáis a combatir donde vuestra espada puede conquistar la fama y la victoria. No me gustaría saber que algo tan noble y tan excelso ha sido derrochado en vano.
—Ni tampoco a mí —replicó Aragorn—. Por eso, señora, os digo: ¡Quedaos! Pues nada tenéis
que hacer en el Sur.
—Tampoco los que os acompañan tienen nada que hacer allí. Os siguen porque no quieren separarse de vos... porque os aman. Y dando media vuelta Eowyn se alejó desvaneciéndose en la noche.
No bien apareció en el cielo la luz del día, antes que el sol se elevara sobre las estribaciones del Este, Aragorn se preparó para partir."

domingo, 11 de abril de 2010

Miróforas

Noche oscura, es el momento previo al amanecer, mirando por la ventana de mi habitación en Misselthwaite veo una luz titilante y pequeña en la oscuridad... curiosa, me levanto, salgo de la casa y comienzo a seguir a aquella pequeña luz amante... son las piadosas mujeres que con perfumes van a la tumba del Amado... caminan a paso firme por la noche del Jardín diciéndose:

-"Adelante, amigas, vamos a ungir con aromas el cuerpo vivificante y sepultado, la carne que yace en le sepulcro pero que resucita a Adán el caído. De prisa, vamos y como ya lo hicieran los magos adorémoslo, a El que ahora está envuelto no en pañales sino en la sábana, llevemos como dones los perfumes. Y llorando digamos: Resucita, Señor, tú que a los caídos concedes la resurrección."

Callada, seguía yo esa procesión amorosa, sin ser Mirófora yo, más deseando en el corazón también portar aquél hermoso perfume al sepulcro de mi Señor... Caminamos por camino de barro, con dificultad por la poca Luz, hasta llegar a la tumba dónde algo mágico, que ellas no se esperaban, sucedió... "Encontraron a un ángel sentado sobre la piedra. Dirigiéndose a ellas les decía así:
-¿Por qué buscáis al Viviente entre los muertos? ¿Por qué lloráis al Incorruptible como si hubiese caído en la corrupción? Id y anunciad a sus discípulos: Cristo ha resucitado de entre los muertos."

¡Oh Santas y piadosas mujeres!
¡Hermanas mías del corazón!
En vuestro amor al Esposo
se encuentra escondida la llama
que al mundo abrazó.
Ustedes portan el perfume de dulce aroma,
que al abrirse el sepulcro la Pascua anunció.
¿Acaso, nosotras las que las contemplamos,
no nos damos cuenta que la misión
de anunciar a los hombres al Amado,
también, a nosotras simples mujeres,
se nos encomendó?

domingo, 4 de abril de 2010

¡Hoy resucitó!

Montañas y praderas, fuentes y manantiales, árboles y flores, habitantes y huéspedes, hoy todo el Jardín canta la Resurrección:


Hoy resucitó de entre los muertos

el Esposo inmortal y celestial.

A ti este anuncio de alegría,

oh Iglesia, la Esposa en la tierra.

Bendice con vos jubilosa a tu Dios, oh Sión.

Hoy el brillo de la luz

que procede de la luz,

iluminó a tus hijos.

Ilumínate, Jerusalén,

pues resucitó tu luz: Cristo.

Bendice con voz jubilosa a tu Dios, oh Sión.

Hoy las tinieblas de la confusión

fueron expulsadas con la luz trina

y en ti nació la luz de la ciencia,

el resucitado de entre los muertos: Cristo.

Bendice con voz jubilosa a tu Dios, oh Sión.

(Himno armenio)

De parte de Mary para todo el Jardín:

¡Feliz Pascua de Resurrección!


martes, 30 de marzo de 2010

Olivos armenios


¡Ábrenos, Señor! ¡Ábrenos, Señor! ¡Ábrenos, Señor, la puerta de tu misericordia, te pedimos suplicando! – clama el sacerdote, seguido de los fieles, mientras golpea las puertas cerradas de la Iglesia. Y una voz de adentro responde, cual Ángel que con flamígera espada custodia la entrada al Paraíso:

¿Quiénes son éstos para que abra? Ya que esta es la puerta del Señor y los justos entran por ella.

No sólo entran los justos – se atreve a replicar el pastor en defensa de sus ovejas – sino los pecadores justificados con confesión y penitencia entran por ella. – Y pensando en el Níveo Cordero cubierto de un divino rojo, añade sin temor: – Somos el precio de la Sangre incorruptible del Hijo de Dios. – Ante estas terribles y esperanzadoras palabras, el Ángel sólo puede bajar la espada y abre las puertas diciendo:

La voz de Dios Creador clama diciendo: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino de los Cielos preparado para vosotros desde el principio del mundo.

NB: Nuestra querida Mary está en las lejanas Tierras en armonía y me encargó cuidar el Jardín durante la Semana Mayor. Sepan disculpar a la ostiaria que no es buena para los imprevistos. Los textos están tomados de la bellísima ceremonia del Domingo de Ramos del Rito Armenio.