domingo, 12 de octubre de 2008

Sobre el camino, la casa, y el volar


Caminando hoy perdida en el Jardin entre miles de sentimientos de angustia adversa, recordando los buenos momentos pasados con mi gente amada, me dí cuenta que nuestro camino, entre valles tortuosos y lagos profundos, está lleno de pequeñas comarcas a las que llamamos hogar, pero hete aquí la pregunta ¿es la comarca, comarca, por ser un lugar, o lo es por las personas que allí han de habitar? Siempre me inclinaré a pensar que hasta el más triste lugar, puede ser hogar si en el hay recuerdos de personas con las cuales llenar esa bendita Soledad. Pero llegado el momento, ¿qué es aquello, que en medio de la comodidad del hogar, te hace querer despegar las alas y echarte a volar? Un volar que en el fondo es un renunciar a esa comodidad, un volar que además, en sí, es abrazar la propia Soledad, de la que uno allí estaría a salvo. ¿Es acaso egoísmo, odio o dolor? No, ya lo anuncia el génesis que la casa se ha de dejar; es más bien un querer perder, para volver a encontrar, es más bien un alejarse para volver a mirar y mirar mejor, es un respirar afuera en el aire para volver con los pulmones llenos; y es además el probarse que uno puede ser persona y volar por sí y de esa manera volver con esa riqueza de ser uno al hogar. ¿Es un llamado además? Sí es un llamado, es un llamado a crecer y a ser uno mismo, para así poder volver al Verdadero Hogar. Sin embargo, cuidado se ha de tener, no sea cosa, que el llamado y el ímpetu de volar te hagan, con el impulso de saltar romper y descuidar el propio hogar; es de recordar que siempre se ha de buscar el justo medio del horizonte al volar.

7 comentarios:

Pablo dijo...

Estimada Madrina:

Este bello post está un tanto relacionado con una situación que viví recientemente; El jueves pasado visité, luego de dos años de no pasar por allí, una Capilla a la cual asistía frecuentemente en los primeros pasos de mi vida cristiana. Entonces comencé a recordar un montón de cosas que había olvidado de aquella época de mi vida. Algunos recuerdos eran bellísimos, como cuando aprendí a rezar el Rosario o las Horas... otros recuerdos eran nefastos (los cuales omito para no perturbar la paz del jardín). No obstante, consideré que aquello que hoy veo como "nefasto" era parte del combo, parte del itinerario que recorrí y que fue necesario atravezar para seguir avanzando. Quizás el día de mañana vuele más alto que hora y observe con más claridad mis miserias actuales.

Un saludo

Su ahijado

Mary Lennox dijo...

Estimado Ahijado:
Siempre vamos volando y viendo las alturas que alcanzamos y las distancias que nos quedan por recorrer. Lo importante es recordar que siempre debemos ir más arriba y más al centro de la Realidad que es Dios, como en el último libro de las crónicas.
Sí, es verdad cuando volvemos la mirada atrás vemos esa mano providente que aún en los dolores, los está permitiendo para que podamos crecer, para que podamos avanzar. Debo decir que a mí me ha pasado lo mismo, el ver que ciertos dolores pasados han sido buenos, puesto que sin ellos me hubiera desviado del camino, y ahora “a pesar de”, los agradezco ya que algunos, me han traído más miel de la hiel que me hubieron dado, como dice el soneto:
Si para Recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido.
Un saludo
Mary

Anónimo dijo...

No será que la Pequeña Mary Lennox necesita un novio?
A veces uno se siente solo, y eso es quizás un llamado de la naturaleza a ir en busca del amor.
Por cierto, ¿wanderer se apagó? ¡Qué pena!

El duendecito

Mary Lennox dijo...

¿No será que el Duendecito se siente aburrido y no sabe qué comentar? O ¿Es que si Wanderer se apaga no sabe por donde andar?
Si se queda en el Jardín deberá de cosas en serio hablar, o sino no será mi ama de llaves quien lo despedirá, pues el amor no es una cosa con la cual jugar.
Atentamente
Mary

Anónimo dijo...

Mary, es usted muy reservada por lo visto. ¿Por qué dice que estoy jugando?
Solo pregunto.
¿Por qué hace frío en el jardín? ¿Será el invierno que no dejó entrar la primavera?

El duendecito

Mary Lennox dijo...

Estimado Señor Duende o debería decir Peeves:
Si frío no quiere encontrar mejor le será no provocar.
O hace comentarios sobre los temas o no lo publicaré más.
By the way vea que Wanderer volvió a funcionar, por ahi algo alli mas calentito pueda encontrar.
Atentamente
Mary

Anónimo dijo...

Querida Mary,

sabemos muy bien que con Peeves sólo un hechizo da resultado: Langlock!

Cariños,

Ruth