viernes, 4 de febrero de 2011

El concepto de entropía




Ayer mientras caminaba por el Jardín, escuchando Yesterday, recordé algo que con la ayuda de mi amiga Simone he venido reflexionando gran parte de este verano: LA ENTROPIA
Dice Simone Weil: "Todos los movimientos naturales del alma se rigen por leyes análogas a las de la gravedad física. La única excepción la constituye la gracia. Siempre hay que esperar que las cosas sucedan conforme a la gravedad, salvo que intervenga lo sobrenatural." Reflexionando sobre eso podemos ver que no es solo la gravedad, que tirándonos hacia abajo, afecta nuestra vida; sino que ademas tenemos nuestra propia entropía, que poco a poco nos va desgastando. Dice la canción de John:
"Suddenly, I'm not half the man I used to be,
there is a Shadow hanging over me
oh Yesterday came suddenly"
a medida que va pasando el tiempo nuestro concepto de entropía se va haciendo mayor, el desorden que llevamos dentro, o la herida del pecado original, va creciendo, poco a poco, lo que antes salía al instante, ahora ya casi no sale; si antes rezar todas las mañanas salía automático, ahora esa misma automaticidad o se nos ha vuelto en contra, o ya no existe. Es así que llegamos al resultado que dice la canción, de repente ya ni somos la mitad de lo que antes eramos, y así la sombra de nuestra propia miseria cuelga sobre nosotros, como un recuerdo de como el tiempo pasado se ha convertido de repente... en pasado.
Sin embargo, este desorden que sufrimos en nuestra vida espiritual, es algo común :"Lo más que pueden acercarse a la constancia, por tanto, es la ondulación: el reiterado retorno a un nivel de que repetidamente vuelven a caer, una serie de cimas y cimas. Si hubieses observado a tu paciente cuidadosamente, habrías visto esta ondulación en todos los aspectos de su vida: su interés por su trabajo, su afecto hacia sus amigos, sus apetencias físicas, todo sube y baja. Mientras viva en la tierra, períodos de riqueza y vitalidad emotiva y corporal alternarán con períodos de aletargamiento y pobreza. La sequía y monotonía que tu paciente está atravesando ahora no son, como gustosamente supones, obra tuya; son meramente un fenómeno natural que no nos beneficiará a menos que hagas buen uso de él." Y así nos pasa el enemigo que como león rugiente anda buscando a quien devorar, aprovecha nuestra entropía atacándonos, en un punto elevado de ella para luego hacerla llegar al máximo.
Pero, a todo esto, no hay que olvidarnos que la entropía es un concepto derivado de la teoría de la información, y mientras que en la naturaleza puede ayudar a predecir variables en el comportamiento de un fenómeno, a nosotros nos puede ayudar, (el tomar conciencia de nuestro desgaste), a prevenir mayores daños en nuestra alma. ¿Cómo? Bueno la respuesta la da Simone:
"La única excepción la constituye la gracia. Siempre hay que esperar que las cosas sucedan conforme a la gravedad, salvo que intervenga lo sobrenatural" A veces, Esceptica tiene razón, es Dios el que debe intervenir. La parte que está a nuestro alcance es la de los sacramentos y la de la oración (como ya habiamos visto en el post anterior). Cualquier canal de la gracia ayuda a prevenir que nuestro concepto de entropía aumente; cuanto más cerca de Dios estemos, cuanto más familiarmente lo tratemos (esto incluye hacerle planteos), más disminuye en nosotros la entropía.
Si no vivimos como si Dios es terminaremos siendo sin ser... o sea en un concepto de máxima entropía, pues lo que se emprende por las propias fuerzas del hombre sin Dios, termina por caerse, gracias a nuestra famosa... Entropía.

8 comentarios:

Mary Lennox dijo...

Citas:
Simone Weil:"La gravedad y la Gracia"
C.S.Lewis "Cartas del Diablo a su Sobrino"

Ruth dijo...

Mary... volviste! La verdad es que hace mil que no escribías así, de ponerte vos, andabas medio fiaca colgando textos muy bellos... :)

Muy buen post! Muy buena la elección de las citas, como siempre; confieso que la de Jack no la recordaba: muy buena.

Thank you!

Mary Lennox dijo...

¡De nada! Confieso que las musas son celosas de sus inspiraciones, y en la vida cotidiana, a veces uno las hace enojar :-).
Por lo demás siempre me llamó atención esta cita de Jack, aunque mientras el atribuye la ondulación a ser creaturas temporales, yo la atribuyo al pecado original.
Habría que ver nop?

Anónimo dijo...

Estimada Mary:

Muy interesante el tema y muy actual, debido a la gran apatía espiritual que nos rodea, incluso en aquellos que están comprometidos de alguna u otra manera en llevar una vida lo más religiosa posible.
Somos "humus", claro está, tendemos hacia abajo. Pero no siempre se debe a una ley ya establecida el hecho que decaigamos tanto en la vida espiritual. A veces puede pasar que debido a un cambio de vida provocado por situaciones de trabajo o por actividades que tal vez antes no teníamos, el tiempo que disponíamos para hacer oración, y de esa manera tomar las fuerzas necesarias para seguir adelantes, ya no lo tengamos. Y así se pueden dar múltiples causas que provoquen el desequilibrio al cual Ud. se refiere. En ese caso, lo mejor es re-programarse y volver a aquello que tan bien nos hacía sin perjuicio de nuestras actividades. Se trataría sólo de aprovechar mejor el tiempo.
Pero tampoco eso nos garantizaría que la entropía siga haciendo de las suyas. Eso sí, se disminuirían los grados y todo sería más llevadero.
Además de los Sacramentos y la oración, también nos ayudarían ciertas mortificaciones, internas y de sentido, la práctica de la verdadera caridad sobre todo y no dejar de pedir la gracia de la perseverancia en la vocación y la perseverancia final, la renovación del fervor y la de no desaprovechar los talentos recibidos.
El tema dá para escribir un manual de espiritualidad. Por eso es que sólo me limito a recomendar, con su permiso, las Meditaciones del Padre Luis de la Puente, sj. Es una compendio de Teología espiritual, bíblica y dogmática, que tiene la virtud de concientizarnos acerca de todos los peligros que corremos en la vida espiritual y de cómo evitarlos mediante aquella oración perfecta que nos lleva de un modo suavísimo y casi imperceptible a la unión con el Verbo Encarnado, vida de las almas y espejo nobilísimo en el que debemos mirarnos para que nuestra propia entropía sea cada vez menos ondulante y logremos de esa manera aquel grado de quietud que nos permita lograr aquella paz, de la cual nos quiere portadores Cristo Nuestro Señor, y la cual sólo el puede dárnosla.
Espero que comparta estos conceptos que acabo de verter, y aunque así no fuese, de todos modos me gustaría que me lo haga saber, aunque no está obligada, ya que en su último post no recibí respuesta alguna, y no la creo capaz de discriminar en ese sentido.
Qué Dios la bendiga !
Fabián

Mary Lennox dijo...

Estimado Fabian:
Sepa disculpar, a esta itinerante filosofa, que si bien no es como su amiga, la cual hoy está y mañana no se sabe, es terriblemente colgada y se olvida que tiene que responder.
Estoy de acuerdo en mucho de lo que dice acerca de las variables que en nuestra vida nos afectan, pero he de señalar que la Entropia no es una ley como UD. dice, sino que ésta es un concepto o coeficiente como se dice en matemática. Esto significa que es una cualidad, presente en el hombre y en la naturaleza, es el porcentaje de desorden que la humana naturaleza lleva en sí a causa del pecado original. Por ello las variables que ud. indica, no son aparte de la Entropía sino que la hacen crecer.
Distinto es claro si se hubiese referido por ley a lo que dice Simone, cuando se refiere a la gravedad. Si es así debo decir que el concepto de gravedad para Simone es todo aquello que nos aleja del cielo, ergo están englobadas aquellas variables que ud. señala.
Saludos
Mary

Anónimo dijo...

Me quedò claro, Mary, muchas gracias. Creo que habrìa que pofundizar màs en el concepto de Entropìa para evitar confusiones y tener màs claro ciertas cosas que hacen a la vida espiritual.
Saludos
Fabiàn

Gatonegro dijo...

Estaba sentado en la biblioteca de la facultad, secuchando unas variaciones de un tema de Schuman, y de casualidad encontré este post. Le vardad es que me conmovió. A esta altura no tengo muy claro por qué, pero tengo claro que se lo agradezco.

Mary Lennox dijo...

Pues de Nada Don Gato, ¡que bueno que le haya hecho bien!
Le mando un saludo grande
Mary