miércoles, 20 de abril de 2011

¡Un hecho que no es de descartar!


Una a una pasan las semanas santas... año tras año, van recordandose, y año tras año parece que el mundo se ha acostumbrado, ha naturalizado un hecho que debería romper la historía en dos, sin embargo nada pasa; una a una las semanas santas pasan como las golondrinas que se van de Buenos Aires en el Otoño y nosotros seguimos acostumbrados... dice Kierkegaard : " Uno puede educarse todo lo que quiera para aquél hecho; de nada sirve. Al contrario, especialmente cuando el educador mismo está ya bien instruido, eso se puede ayudar a que uno se convierta en un diestro Charlatán, pero en su alma no habrá sido presentido el escándalo, y tampoco la fe tendrá allí su morada" Si no cuidamos en nuestra alma la posibilidad de maravillarnos con lo que en esta semana acontece, nunca dejaremos el lugar a la fe; si no entendemos que lo que pasa ahora en estos días nos es trascendente para nuestra felicidad eterna, nunca brillará en nosotros la Estrella de Belen. Por eso es bueno que en esta semana tomemos un tiempo para meditar bajemos las revoluciones de este mundo veloz y dejemos que Dios entre; abramos las puertas a Cristo sin miedo. Puesto que lo que es cierto más allá de todo feriado es que en esta semana Dios se encarna por cada uno de nosotros y muere en la cruz por cada uno de nosotros dejandonos ésta lección: "que ese individuo, como todo individuo -por lo demás no importa quien, marido, esposa, criada, ministro, comerciante, barbero, rata de biblioteca, etc...-, es que ese individuo existe en presencia de Dios, que ese individuo, que quizás estaría orgulloso de haber hablado por lo menos una vez en su vida con el rey, ese mismo hombre que ya sería alguien para entablar amistad con tal o cual, ese hombre está en presencia de Dios, puede hablar con Dios cuando quiere, con la seguridad de ser escuchado siempre que hable, ¡y es a él a quien se ofrece vivir en la intimidad de Dios! Incluso más aún: es por ese hombre, también, para quien Dios ha venido al mundo, se ha dejado encarnar, ha sufrido y murió; y es ese Dios de sufrimiento quien casi le ruega y le suplica que quiera aceptar ese socorro, ¡que es una ofrenda!"
No dejemos que el vivir en un mundo desinteresado nos vuelva insecibles ante el acontecimiento más grande de la historia. Tan grande que nos concierne a todos y a cada uno en particular.

1 comentario:

Elen D dijo...

Es cierto y aun es peor, lo unico que les importa es que segun ellos hoy es un "super viernes"