martes, 9 de diciembre de 2008

No hay amor más grande...


A causa de la invitación de Jimmy, me puse a revisar algunas cosas del desván de la mansión,viejos recuerdos de viejos libros... de aquellas primeras épocas aún antes de mis tan amadas crónicas y aún después. Una de las primeras cosas de aquellos libros que había impresionado mi alma era la amistad... Allí los personajes corrían extrañas aventuras en pos de salvar su ciudad, el mundo o su propia vida, en una de estas aventuras, la pandilla termina enfrentándose a un Juicio por sus almas, en donde una de ellos por causa de sus muchos pecados termina siendo condenada. En ese instante los amigos deciden ofrecer sus vidas a cambio de la de ella y ¿qué sucede?

"-Hay una regla en nuestro libro-explicó presa de una gran agitación- si dos o más personas ofrecen sus vidas en nuestra corte para salvar la de otra, todos deben quedar en libertad. Esa regla nunca ha sido puesta en práctica antes, pero ni el juez ni el jurado tiene autoridad para derogarla.(...)"
Sin embargo, aquél demonio se equivocaba aquella regla, sí se implementó, puesto que es figura de una mucho mayor : "Nadie puede tener amor más grande que dar la vida por sus amigos"(Jn. 15, 13). Ese amor es tan grande que recubre a aquellos por los cuales se ha entregado la vida. Una imagen de este principio, es la historia narrada en los 7 libros de Harry Potter, pero que sobre todo toma su cariz más fuerte en el 7mo y último libro:

"¡Protego! - rugió Harry, el hechizo de escudo se expandió en medio del Salón, mientras Voldemort miraba a su alrededor buscando la fuente del hechizo, al mismo tiempo que Harry se quitaba la capa invisible. EL grito, las ovaciones salieron de todas partes: ¡Harry! ¡Esta vivo!, y fueron coreadas al unísono. La multitud tenía miedo y un silencio cayó abruptamente mientras Harry y Voldemort se miraban, y comenzaron al mismo tiempo a caminar en círculos alrededor del otro.
- No quiero que nadie más ayude - dijo Harry en voz alta, y en el silencio reinante su voz fue como la del llamado de una trompeta. – Así debe ser, debo ser yo – Voldemort siseo.
- Potter no quiere decir eso – dijo, con sus ojos rojos a medio abrir, - Esta no es la forma en la que trabajas, ¿verdad?, ¿A quien vas a usar de escudo hoy Potter?
- A nadie – dijo Harry simplemente- No hay mas Horcruxes, - Somos sólo tu y yo, uno no puede sobrevivir mientras el otro este, uno de nosotros esta a punto de marcharse para siempre
- ¿Uno de nosotros?- dijo Voldemort, todo su cuerpo se puso tenso y sus ojos rojos fijos, como una serpiente a punto de atacar, - Piensas que serás tu, ¿no es así? El niño que sobrevivió por accidente, y porque Dumbledor estuvo manejando los hilos.
- ¿Accidente, dices? ¿Cuándo mi madre murió salvándome? – preguntó Harry
Mientras seguían moviéndose en círculos, los dos, en un perfecto círculo, manteniendo siempre la misma distancia, y para Harry no existía ninguna otra cara que la de Voldemort, - ¿Accidente cuando decidí pelear en el cementerio?, ¿Accidente, que no me haya defendido esta noche y aun así haya sobrevivido y este de regreso para pelear?

- ¡Accidentes! - gritó Voldemort, pero aun no ataco, y la multitud estaba congelada, como si estuvieran petrificados, de miles en el salón, solo ellos dos respiraban. – Accidente , suerte y el hecho de que te hayas escondido detrás de grandes hombres y mujeres, permitiéndome matarlos antes que a ti –
- No mataras a nadie mas esta noche – dijo Harry mientras caminaban, mirándose directamente a los ojos, el verde en el rojo. – No podrás ser capaz de matar a nadie mas, ¿No lo comprendes? Yo estaba dispuesto a morir para evitar que los lastimaras.

- ¡Pero no moriste!
- Pero esa era mi intención, fue lo que hice, lo mismo que mi madre hizo, están protegido de ti, ¿no te has dado cuenta que ninguno de tus hechizos ha funcionado? No los puedes torturar, no los puedes tocar, No aprendes de tus errores ¿Verdad Riddle? –

- No te atrevas…"

No, desafortunadamente para Voldemort aquello no fue casualidad, como desafortunadamente para nuestro enemigo, la muerte de Cristo en la Cruz por nosotros tampoco lo fue; fuimos comprados y rescatados por un alto precio, se nos ha dicho, el precio de la sangre del Cordero. Y por Esa divina Sangre hemos sido marcados y protegidos contra la muerte, contra el pecado.
Sin embargo, a todo este principio del amor de entrega hay una condición que debe cumplir aquél por el cual se ha entregado, de parte de nosotros:"Vosotros sois mis amigos si hacéis esto que os mando" (Jn 15, 14) Cristo nos pide que permanezcamos en su amistad, para que así su sangre nos proteja y nos unja como a su propiedad. Es así que para participar del Sacrificio de Cristo y unirnos a su protección y Victoria, no se nos pide una renuncia a nuestra voluntad sino el uso y conformación de aquella a la Voluntad del Padre. Lo mismo sucedió allí en nuestra historia (obiviamente como figura de manera análoga y no igual), todo estubo dispuesto en la última batalla y se llamo a las 4 casas a luchar, no fueron todas sino muchas las que pelearon por el bien, y no fueron todos sino muchos los que fueron protegidas por el sacrificio de Harry, pues a nadie se lo salva ni se lo protege contra su voluntad, "Porque muchos son los llamados, más pocos escogidos"(Mt 22,14).

2 comentarios:

Mary Lennox dijo...

Este es uno de los temas que vino a mi mente y que más profundamente me impresionó, hay muchos más e incluso este es más profundo. Sientanse libres de hablar puesto que puede incluso hasta no cerrar; la inviatción era y es a debatir. Eso sí, no voy a debatir sobre la obra, si es mala o buena, sino sobre el tema; el debate sobre la obra está en Wanderer y allí se queda.
Cariños
Mary

Mary Lennox dijo...

Citas I:
Christopher Pike "Fantasville#7: El Rincón Oscuro" Ediciones B, Barcelona, 1997, p.124